hogar. Un gran fuego había devastado todo. Sus ojos
lanzaban una cruel tempestad . Sus seres queridos..... los
importaban poco. Pero era parte de él.
La mirada hacia adelante no tenía razón de ser, sino para
caerse de nuevo y mutilarse en la víspera.
Su pecho poseía una sola duda, él sabía a ciencia cierta
quien había sido el culpable de toda esa barbarie. El podría
envilecerse, utilizar vanos recursos y vestirse de venganza.
Pero un ángel llegó a su costado y le dijo: "hijo, recuerda
terriblemente como lo harás contigo mismo. Ennegrecerás tu
corazón y toda tu vida, ya no serás tú, sino que serás lo
construido por la malvada venganza.
.
Continúa tu camino, tus seres queridos irán contigo y crea
una vida de amor y paz. Porque ni todo el oro del mundo, ni
los reconocimientos,ni alabanzas, ni los mejores manjares;
valdrás como estar en armonía contigo mismo. Descansa,
descansa, descansa. No muevas ningún dedo, que la VIDA
se encargará".
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