Escribí con mis diminutos pies la palabra AMOR
descubrí mi rostro, de mi cabello rizado
donde se había posado, brevemente.
Me tendí en la arena a leer el poemario
que tú me habías escrito, con una gran dedicatoria
leí tanto amor en papel, que me sumergí
en un breve sueño, fui a la playa, a un bosque
al desierto,tus grandes manos me hicieron
despertar tus dedos aportaron una cálida caricia.
Luego me atrajiste a ti, me sentí tan menuda
ante tus fuertes brazos, tu pecho rozó el mío recordándole a mi
corazón su total dominio.
Tus manos firmes llegaron a mis caderas
buscando su redondez conocida y en un gesto sugestivo
te exprese en un mensaje no verbal
pero inequívoco, ¡te espero en mi lecho!
en nuestra alcoba, quitaste cada uno
de los botones y allí esperé a ser parte tuya
y tú parte mía palpaste mi corto vestido
y cubriste mi cuerpo con el tuyo, miré todo
mi entorno, cálido unidos en un fuerte abrazo
deseamos que el tiempo fuera una eternidad
Escribí con mis diminutos pies la palabra amor
descubrí mi rostro, de mi cabello rizado
donde se había posado, brevemente.
Me tendí en la arena a leer el poemario
que tú me habías escrito, con una gran dedicatoria
leí tanto amor en papel, que me sumergí
en un breve sueño, fui a la playa, a un bosque
al desierto,tus grandes manos me hicieron
despertar tus dedos aportaron una cálida caricia.
Luego me atrajiste a ti, me sentí tan menuda
ante tus fuertes brazos, tu pecho rozó el mío recordándole a mi
corazón su total dominio.
Tus manos firmes llegaron a mis caderas
buscando su redondez conocida y en un gesto sugestivo
te exprese en un mensaje no verbal
pero inequívoco, ¡te espero en mi lecho!
en nuestra alcoba, quitaste cada uno
de los botones y allí esperé a ser parte tuya
y tú parte mía palpaste mi corto vestido
y cubriste mi cuerpo con el tuyo, miré todo
mi entorno, cálido unidos en un fuerte abrazo
deseamos que el tiempo fuera una eternidad
Escribí con mis diminutos pies la palabra amor
descubrí mi rostro, de mi cabello rizado
donde se había posado, brevemente.
Me tendí en la arena a leer el poemario
que tú me habías escrito, con una gran dedicatoria
leí tanto amor en papel, que me sumergí
en un breve sueño, fui a la playa, a un bosque
al desierto,tus grandes manos me hicieron
despertar tus dedos aportaron una cálida caricia.
Luego me atrajiste a ti, me sentí tan menuda
ante tus fuertes brazos, tu pecho rozó el mío recordándole a mi
corazón su total dominio.
Tus manos firmes llegaron a mis caderas
buscando su redondez conocida y en un gesto sugestivo
te exprese en un mensaje no verbal
pero inequívoco, ¡te espero en mi lecho!
en nuestra alcoba, quitaste cada uno
de los botones y allí esperé a ser parte tuya
y tú parte mía palpaste mi corto vestido
y cubriste mi cuerpo con el tuyo, miré todo
mi entorno, cálido unidos en un fuerte abrazo
deseamos que el tiempo fuera una eternidad
7C
No hay comentarios:
Publicar un comentario