viernes, 11 de mayo de 2012

cállate,callate

Un día que estaba fuera de mi hogar al llegar, mi mamá fue detrás de mí y me dijo –¿ no te enteraste?. Yo moví la cabeza, señalándole que no. Ella comenzó a explicarme –¡a tu papá, lo robaron bajando la vereda. Yo muy circunspecta, me detuve a oír el cuento. 
Abrí suficientemente los ojos y me dispuse a escuchar detenidamente. Dijo: - Iba a comprar unos refrescos y llevaba una caja de cigarros en el bolsillo (él fumaba una vez al día). Llevaba un pantalón sencillo y dos muchachos altotes, le metieron la mano en el bolsillo y jalaron fuertemente. Ellos creyeron que era un montón de dinero, lo que él llevaba. Y con el jalón le rompieron toda la pierna del pantalón, y yo le señalé - ¿y qué?. Ella me dijo –se vino tapándose con la tela, parte de pierna.
Yo solté unas de mis ruidosas carcajadas ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.¡ Casi me oriné!. Me imaginé su piernita blanca, velluda, flaca…… flaquísima, al aire libre. El con una falda parecida a las escocesas (según me lo imaginaba). Y yo no podía dejar de reír.
Mi mamá casi me excomulga pero todavía me da gracia pensarlo; con sus 64 años, la formalidad de su estilo y que los vecinos lo vieran subir con una maltrecha falda (que antes era el pantalón) ………. y todos dijeran ¿y qué le pasó?. Yo no podía parar de reír, una y otra vez.
Mi mamá me repetía (cada vez que contaba su historia) –¡cállate, cállate chica! .y yo repetía mis carcajadas a granel.
Me recuerdo de aquel tiempo que iba a reírme muy lejos, para que no me censuraran.

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